• 500 g de apionabo
  
• Entrante de Italia
  
• 1 manzana
  
• 1 cebolla
  
• 1 cucharada de mantequilla
  
• 1l de caldo de pollo
  
• Sal y pimienta
  
• 1 manojo de perejil liso
  
• 1 cebolleta
  
• 4 cucharadas de agua
  
• 1/4 l de nata
  
• 2 hojas de gelatina

Para la sopa de apio: Pelar y cortar el apionabo en dados, pelar la manzana, retirar el hueso y cortar en dados. Fundir la mantequilla en una olla, añadir los trozos de apio y manzana. Dejar evaporar durante diez minutos removiendo constantemente, verter el caldo de pollo y rehogar. A continuación, batir en una batidora y salpimentar.

Para el puré de perejil: Pelar y cortar la cebolleta en dados pequeños. Batir las hojas de perejil junto con la cebolleta, las avellanas y el agua en una batidora. Añadir nata y volver a mezclar bien. Salpimentar y verter en un cuenco. Ablandar la gelatina en agua fría y, a continuación, disolver en 2 cucharadas de agua caliente y mezclar bien con la masa. Verter en un molde para tarrinas y dejar enfriar durante al menos dos-tres horas.

Servir la sopa en platos hondos, cortar el puré de perejil en láminas y disponer en el centro.

Consejo: La sopa también puede servirse tibia o fría.

• 400 g de carne picada de ternera
• 80 g de puré de patatas
• 1 cebolla
• 2 cucharadas de pan rallado
• 4 cucharadas de nata
• 1/2 manojo de perejil
• 1 huevo
• Sal y pimienta
• 200 g de láminas para lasaña
• 3/4 l de zumo de tomate
• 9 hojas de gelatina
• 2 cebolletas
• 1/2 manojo de estragón
• 1/2 manojo de perejil
• pizca de cayena

Para las «Köttbullar»: Pelar las cebollas, cortar en dados y rehogar. Picar finamente las hojas de perejil. Mezclar bien la carne de ternera con el puré de patatas, la cebolla en dados, el pan rallado, la nata, el perejil y salpimentar. Formar pequeñas albóndigas a partir de la masa y dorar en una sartén con aceite a fuego medio entre seis y siete minutos, dando la vuelta a las albóndigas.

Para la tarrina de pasta: Hervir las láminas de lasaña en agua salada con una cucharada de aceite, enfriar en agua con hielo y secar sobre un papel de cocina. Se recomienda verter las láminas de lasaña en la olla de forma individual. Pelar las cebolletas, cortar en dados pequeños, escaldar con agua caliente y dejar secar. Picar finamente las hierbas. Especiar el zumo de tomate con las cebolletas, las hierbas, la cayena, sal y pimienta. Ablandar la gelatina en agua fría, prensar y disolver en seis cucharadas soperas de agua caliente. A continuación, batir bien junto con el zumo de tomate. Disponer las láminas de lasaña y el zumo de tomate de forma alterna en un molde y dejar enfriar en la nevera durante tres-cuatro horas.

Servir la tarrina de pasta con las «köttbullar » calientes.

Consejo: La tarrina de pasta puede prepararse también con otros tipos de pasta. También está deliciosa con pescado asado, pechuga de pollo o ensalada.

• 3 hojas de gelatina
  
• 100 g de chocolate negro
  
• 200ml de leche
  
• 3 claras de huevo
  
• 30 g de azúcar

Ablandar la gelatina en agua fría. Picar la cobertura en trozos gruesos y disolver en la leche caliente removiéndola. Retirar la olla de la hornilla, prensar la gelatina y mezclar con la masa de chocolate. Dejar enfriar la masa; cuando empiece a gelificarse, batir la clara de huevo y añadir el azúcar. Agitar bien la masa de chocolate e incorporar debajo la espuma hasta que quede homogénea. Dejar reposar la mousse en la nevera durante entre una y dos horas.

• 4 huevos
• 130 g de azúcar
• 1 pizca Azúcar de vainilla
• 100 g de harina
• 50 g de almidón alimenticio
• 2 cucharaditas de levadura
• 4 yemas de huevo
• 200 g de azúcar
• 1 pizca de aroma de limón
  (Citro Back)
• 250ml de leche
• 7 hojas de gelatina
• 500 g de requesón desnatado
• 500 g de nata

Para la masa: Batir los huevos con el azúcar durante 8 -10 minutos hasta obtener una espuma blanca. Mezclar la harina con el almidón y la levadura, tamizar sobre la masa de huevos y remover con cuidado. Verter la masa en un molde (de 28 cm de diámetro) y hornear a 180 °C con aire circulante durante 20-25 minutos.

Para la nata con queso: Ablandar la gelatina en agua fría. Verter la yema de huevo, el aroma de limón, el azúcar y la leche en una olla y calentar a fuego medio removiendo constantemente hasta que la masa se vuelva espesa. Después, prensar la gelatina y mezclar hasta que se haya disuelto. A continuación, pasar la masa por un colador para retirar los posibles nudos de gelatina. Verter la masa para el requesón ligeramente enfriada en un cuenco grande y remover hasta obtener una masa integrada. Para terminar, incorporar la nata montada.

Cortar la base del bizcocho en dos mitades y colocar un aro para tartas en torno a la mitad inferior. Verter la masa de nata y requesón sobre la base del bizcocho. Después, colocar encima la segunda capa de la base. El pastel deberá reposar durante una noche en la nevera para que la masa de nata se vuelva firme.